Bañada por las aguas del mar Mediterráneo, Valencia constituye uno de los espacios más privilegiados del litoral español. Cientos de kilómetros de hermosas playas, clima suave durante todo el año (en invierno las temperaturas raramente bajan de los 10º) y una excelente gastronomía basada en la dieta mediterránea.
Las villas y urbanizaciones que salpican las calas y bahías de la región son el foco de atención para visitantes y residentes extranjeros mientras que la ciudad de Valencia reúne todos los atractivos de una gran ciudad. La cercana situación de esta metrópolis es particularmente interesante para los residentes al aportar la cultura y los servicios de un gran núcleo al alcance de la mano.
De por sí una joya del Mediterráneo, Valencia, la tercera ciudad más grande de España es una amalgama de historia, cultura y diversión, en la que se compagina la sofisticación de una gran ciudad con el gusto mediterráneo por la vida relajada.
Valencia personifica el encanto de una ciudad mediterránea. Monumentos como la Lonja de los Mercaderes (Patrimonio de la Humanidad), la Catedral y Basílica, Mercado de Colón, Estación del Norte, iglesia de los Santos Juanes o las torres del Micalet y Santa Catalina, honran el pasado de una urbe histórica, que se asoma a un futuro vibrante a través de la Ciutat de les Arts i les Ciències, proyectada por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava o el futuro Parque Central. Valencia reúne atractivos culturales como los museos IVAM, MuVIM y San Pío V. El visitante se dejará seducir por una gastronomía que comienza en el popular Mercado Central, pasa por las mesas de establecimientos especializados en cocina valenciana (Casa Roberto, Racó del Turia, Casa Montaña) y finaliza en las cocinas de referentes internacionales de la alta gastronomía como Ricard Camarena (Camarena Restaurant), Quique Dacosta (Vuelve Carolina), Bernd Knöller (Riff), Vicente Patiño (Saiti) o Raúl Aleixandre (Vinícolas). A apenas unos kilómetros de la capital, resulta imprescindible la visita al Parque Natural de la Devesa del Saler, de gran atractivo, junto con el lago de la Albufera, desde donde se puede disfrutar de una inolvidable puesta de sol.